Cuando conoces a alguien y comienzas una relación, o simplemente comienzas a quedar más con esa persona, es muy importante prestar atención a ciertas cosas que hacemos o no hacemos. Pues muchas veces no tenemos estas cosas en cuenta o les quitamos importancia y es lo que al final nos conduce a una relación que no es lo que deseamos. Aquí te dejo ocho errores que puedes estar cometiendo al conocer a una persona, como posible pareja o cuando comienzas una relación de pareja, que lo que en realidad hacen es alejarte de la clase de amor que deseas de verdad. Este post lo que pretende es hacerte aún más consciente en tu vida amorosa para que puedas acercarte al amor verdadero en una relación de pareja.
1. No tener claro qué deseamos de una relación de pareja y de una pareja.
Es decir, comenzamos a quedar con alguien porque nos atrae o porque nos ha invitado y queremos probar, etc. pero sin tener claridad con respecto a qué es lo que deseo en una relación y de una pareja en estos momentos, pues ni siquiera soy consciente de que tendría que tener esa claridad, no me lo había planteado. Imagínate es como ir al supermercado sin una lista de la compra, al final te puedes llevar a casa un montón de cosas y cuando llegas te das cuenta de que lo más importante lo olvidaste, y además, ahora te das cuenta de que no querías tanta comida no saludable. Sin embargo, si tienes tu lista de la compra pensada y enfocada a comprar alimentos que cuiden de tu cuerpo y energía, es mucho más fácil que llegues a casa con todos esos ricos alimentos.
2. Tener claro lo que deseas de una relación y pareja pero no actuar en coherencia con ello. Es decir, que quedas con alguien sabiendo de ante mano que no tiene cosas que deseas, o que tiene cosas que no te gustan de primeras o incluso que ni siquiera te atrae físicamente o no es el tipo de persona que ya sabes que deseas pero te conformas y te abres al "no lo conozco lo suficiente, parece buena persona, a lo mejor es diferente después, puede que esté juzgándola de ante mano" así que voy a probar. Cuando hacemos esto en realidad, lo que estamos haciendo puede ser: no creer que lo que deseamos exista, pensar que sí existe pero no lo merecemos, pensar que somos malas personas por querer un tipo de persona y no otro, no abrirnos plenamente a lo que deseamos respetándolo sin juzgarnos por desearlo y quererlo, miedo al compromiso, no tener superada una relación pasada, falta de compromiso interior con lo que de verdad deseas, miedo a quedarte sola, etc.
3. No hacer preguntas importantes cuando estás conociendo a esa persona, preguntas que te ayudarán a saber si es el tipo de persona que deseas en tu vida o si desea el mismo tipo de relación que tú quieres en tu vida en este momento. Esto suele ocurrir al principio el tener miedo a plantear abiertamente estas cuestiones por parecer prematuras o porque puede incomodarle a la persona, o porque pienses que no son adecuadas, o que eso tiene que fluir ,etc. Sin embargo, si no realizamos esas preguntas podemos seguir quedando con esa persona encariñarnos con ella y darnos cuenta más adelante cuando ya tenemos ese afecto por ella que tiene cosas que no van en tu misma sintonía. Cuando nos encontramos en esa situación, es habitual quitarle importancia y compensarlo diciendo pero...tiene otras cosas que sí me gustan, bueno quizás cambie más adelante o me dice que eso lo va a cambiar, etc. y nos metemos más y más en una relación que desde ya no es lo que deseamos por no haber preguntado al comienzo todo lo que es importante para nosotros y lo que deseamos en una relación y ver si la otra persona entra o no en ello. Se trata simplemente de respetar lo que deseamos y honrarlo actuando en consecuencia, pues darnos y respetar lo que deseamos es amarnos a nosotros y a los demás también y sólo el amor hacia nosotros es nuestra felicidad. Ninguna pareja podrá hacerte feliz si TÚ no te haces feliz con tus decisiones y elecciones.
4. No dar importancia a señales que te indican que algo no te gusta. Por ejemplo, imagina que has quedado con esa persona y llega tarde, como es la primera vez que quedas no le das importancia y no le dices nada, aunque no te ha gustado nada ya que tú eres muy puntual. Sigues quedando con ella te va gustando al conoceros más pero sigue llegando tarde y eso sigue sin gustarte nada. Otro ejemplo, esa persona te ha dicho que tiene intención de irse de la ciudad y vivir en otra ciudad, y tú no deseas dejar tu ciudad. No te gusta la idea de tener que dejar todo y mudarte, pero te gusta mucho la persona y lo pasas por alto, o te dices bueno si me conoce más a lo mejor cambia de parecer y se queda conmigo, etc.
Ya puedes imaginar que si estas relaciones siguen esas cosas que ahora "no molestan tanto" se irán incrementando y como un zapato que te gusta pero te queda un pelín pequeño nada más te lo pruebas, si te lo llevas a casa y lo usas y lo usas, te hará rozaduras y te molestará mucho. Mereces tener zapatos que te gusten y sean cómodos;) ahora tú eres la persona que necesitas elegir bien;)
5. Transigir prematuramente. Esto tiene que ver con el hecho de decir que sí cuando quieres decir no o decir no cuando quieres decir sí por agradar a la otra persona; a la vez que tiene que ver con el no decir con claridad qué es lo que de verdad queremos y hacer lo que creemos que le gustará a la otra persona, adaptándonos a ella y sus gustos o costumbres. También, tiene que ver con el ir cambiando o reformulando tus valores, comportamientos y hábitos con la esperanza de que os llevéis mejor como pareja. Es algo sútil, es ir quitando importancia a cosas que para ti son importantes -es como perder tu ser tú plenamente en la relación con esa persona- para que haya harmonía entre tú y ella, y así evitar conflicto o tensión entre vosotros. Sin embargo, es una falsa harmonía.
Por ejemplo, quedáis en casa de esa persona y después de cenar, va enciende la tele, y te dice ven, siéntate aquí conmigo a ver la tele, a ti no te gusta nada ese plan, de hecho, no suele ver tele pero te callas, o cedes diciendo bueno vale y ves la tele sin nada de ganas. Otro ejemplo, no te gustan los deportes de agua pero como a esa persona le gusta mucho no le dices nada, comienzas a practicarlo con ella, incluso cuando ya lo has probado y no te gustó, para así poder estar más tiempo con ella o para que le gustes más. Otro ejemplo, eres de levantarte temprano y esa persona no, y comienza a no levantarte temprano porque ella no lo hace para así parecer más compatibles de lo que sois en realidad.
Es importantísimo, decir desde primeras lo que deseamos aunque eso no complazca o agrade a la otra persona (dejando ir el miedo a no gustar por ello, pues si no gustas por ello, ya es una gran información a tener en cuenta para seguir conociendo a esa persona o no), recordar que la única persona a la que necesitamos agradar es a nosotros es fundamental, y tener al lado alguien que desea que seamos nosotros/as mismos/as pase lo que pase y lo respete es fundamental.
6. Dejarnos llevar por necesidades del momento como el no estar solos/as, la necesidad de relaciones sexuales, o el deslumbramiento del éxito profesional o económico. Cuando comenzamos una relación por sentirnos solos/as, estamos eligiendo unirnos a alguien por motivos que nos harán daño tarde o temprano, pues no hay soledad interior que llene una pareja exterior, con la consecuente dependencia que ya desde el inicio caracterizará tu relación. Si esa persona se va...te quedarás otra vez con esa soledad y entonces, estarás en desventaja. Por ello, recuerda si buscas pareja para no sentir soledad, el tener pareja no es la solución aunque te lo pueda parecer, la solución es que tú mismo/a te conviertas en tu mejor y mayor compañía, y para ello, necesitas cultivar y profundizar en la relación que tienes contigo.
Si por otro lado, comenzamos una relación simplemente porque llevamos muchos años o tiempo sin tener relaciones sexuales y llega a nosotros alguien que no es lo que queremos de verdad en nuestra vida pero...va a satisfacer esa necesidad. Esa forma tampoco te llevará hacia lo que de verdad deseas en una relación de pareja, y de nuevo, te hará dependiente de alguien. La verdadera madurez es saber gestionar nuestras propias necesidades y no entrar en relaciones por necesidad, si no por amor verdadero. Y el amor verdadero parte del sentirte libre y no necesitado/a de la otra persona para ser feliz en tu vida y sentirte pleno/a en ella.
Con el deslumbre ante alguien que tiene éxito profesional o económico, también ocurre lo mismo, si sólo nos fijamos en eso y obviamos nuestros verdaderos valores los que deseamos de verdad en una relación y de nuestra pareja, esa relación no nos llevará hacia donde queremos ir. El deslumbramiento y admiración hacia la pareja ocurre cuando tú en ti no ves esas cualidades -te sientes carente de ellas- y de alguna forma crees que el estar a su lado te hará poseerlas. Eso no es cierto, sólo podrás disfrutar de una relación de pareja plenamente cuando tú reconoces tu propio éxito y abundancia económica de tal forma que nadie que se presente ante ti te haga deslumbrarte porque tú emanas tu propia luz y la reconoces.
7. Ver sólo el potencial de la persona y no la persona tal y como es ahora. Es decir, la persona tiene cosas que te gustan pero otras cosas importantes para ti que no pero justificas el permanecer conociéndola o seguir con ella porque dice o porque tú crees que puede cambiar o quiere cambiar en un futuro. Eso no es amor verdadero ni hacia ti y ni hacia la persona. El estar con alguien por la expectativa de cambio es no amar de verdad a esa persona y no amarte de verdad a ti al permanecer en el presente con alguien que no tiene lo que tú deseas en una relación o en una persona que sea tu pareja. Nadie debe cambiar para complacernos, cambiarán cuando quieran y a su ritmo si así lo desean. Si alguien no está al mismo ritmo que tú, ni es justo para ti esperarlo para poder avanzar ni para él darse prisa y correr para llegar dónde tú estás. Este tipo de relación es como llevarte a casa un arbolito pequeño para tu jardín con la esperanza de que en unos meses crezca mucho cuando puedes llevarte uno más grande e incluso uno del tamaño que deseas.
8. Anteponer el compromiso a la compatibilidad. Es comprometerte incondicionalmente con alguien sin preguntarte o saber si esa persona es de verdad la persona que deseo para mí. Sin haberte dado el tiempo necesario para conocer a esa persona y saber de verdad si es lo que deseas o no. Lo que suele ocurrir aquí es que te implicas mucho en esa relación antes de saber si es esa persona la adecuada para ti o no. Es decir, estás emocionalmente comprometido/a con esa persona antes de conocerlo bien y necesitas ir más despacio y tomarte tu tiempo para conoceros, sentirte en la relación, probar y ver si es lo que deseas.
Cada una de estas cosas las vamos realizando sin darnos cuenta, muchas veces es de forma inconsciente, otras más o menos consciente pero no dejamos de hacerlas aunque una parte de nosotras sepa que no nos hace bien. Lo importante no es sólo ser consciente de que estás realizando estás cosas sino comenzar a profundizar en ti y descubrir qué es lo que hay detrás de esas conductas para ganar claridad, saber de verdad qué es lo que está ocurriendo en ti, sanarlo y así poder amarte más en tus relaciones. El crecimiento, amor y conexión interior es fundamental a la hora de saber elegir pareja. Y cada uno de estos errores son aprendizajes en potencia para fomentar e incrementar ese crecimiento, conexión y amor interior.
Una pregunta que puede ayudarte a profundizar en ti es ¿Para qué hago esto cuando estoy con esta persona? y otra pregunta que te puede ayudar es ¿Qué necesitaría cultivar en mí para dejar de hacerlo?
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